Una alumna del colegio donde trabajo pasó unos años difíciles cuando terminaba la primaria. Vivía sola con su madre en un cuarto lejos del colegio, no había papá, y preparaba dulces para vender y ayudar a su madre en la economía del hogar. Se acostaba muy tarde cocinando y se levantaba de madrugada para poder llegar a las 8:00 a clases. Desde que comenzó esta situación (quinto grado) no rendía tan bien en los exámenes, no cumplía con todas sus tareas, sus notas bajaron, no lograba concentrarse en clase. Asimismo, llegaba tarde al colegio con frecuencia, acumuló muchas inasistencias, se la veía cansada y ya no se relacionaba tanto con sus compañeros de salón… El cambio en su desempeño y desarrollo se puede explicar por factores de su ambiente cercano y lejano, de acuerdo con el modelo ecológico del psicólogo Urie Bronfenbrenner. Para él, el desarrollo de los individuos se ve influenciado por los diferentes ambientes en los que este se desenvuelve (microsistema, mesosistema, ex
Vivimos en un país muy corrupto. Nos hemos acostumbrado a que pasarnos una luz roja no importa si después “coimeas” al policía y este no te pone la multa; que “pasar dinero por lo bajo” facilita y apura gestiones en la municipalidad, en el poder judicial o casi en cualquier otra instancia pública y privada del país. No sabemos bien cómo, pero hay compañías que le deben millones al Estado peruano e igualmente continúan operando, micros y taxistas con muchas multas no pagadas que circulan libremente, autoridades públicas que gastan mucho más dinero del que declaran en el pago de sus impuestos (si es que los pagan); y la lista podría ser infinita. Lamentablemente, la semana pasada tuvimos una vez más la posibilidad de observar esta situación en el más alto poder del estado. El presidente, Pedro Pablo Kuczynski, renunció a su cargo “a raíz de los videos propalados por Fuerza Popular que exhiben una presunta compra de votos [para evitar su vacancia] a cambio de obras” [1] . Esta situa